lunes, 15 de julio de 2024

CUIDÁNDONOS

 


𝐄𝐣𝐞𝐫𝐜𝐢𝐜𝐢𝐨 𝐜𝐚𝐫𝐝𝐢𝐨𝐯𝐚𝐬𝐜𝐮𝐥𝐚𝐫: Mantén tu corazón y cerebro activos con actividades como caminar, nadar o andar en bicicleta.

𝐀𝐩𝐫𝐞𝐧𝐝𝐢𝐳𝐚𝐣𝐞 𝐟𝐨𝐫𝐦𝐚𝐥: Nunca dejes de aprender. Participa en cursos, lee libros y mantén tu mente en constante desafío.

𝐃𝐞𝐣𝐚𝐫 𝐝𝐞 𝐟𝐮𝐦𝐚𝐫: Eliminar el tabaco de tu vida mejora la salud general y reduce el riesgo de enfermedades neurodegenerativas.

𝐃𝐞𝐬𝐚𝐟𝐢́𝐚 𝐲 𝐚𝐜𝐭𝐢𝐯𝐚 𝐭𝐮 𝐦𝐞𝐧𝐭𝐞: Juegos de lógica, rompecabezas y actividades que estimulen tu intelecto son clave.
𝐂𝐮𝐢𝐝𝐚 𝐭𝐮 𝐩𝐫𝐞𝐬𝐢𝐨́𝐧 𝐚𝐫𝐭𝐞𝐫𝐢𝐚𝐥: Mantén un control regular y adopta una dieta equilibrada para evitar problemas cardiovasculares que afecten tu cerebro.

𝐃𝐨𝐫𝐦𝐢𝐫 𝐬𝐮𝐟𝐢𝐜𝐢𝐞𝐧𝐭𝐞 𝐩𝐨𝐫 𝐥𝐚 𝐧𝐨𝐜𝐡𝐞: Un sueño reparador es crucial para la salud mental y física.

𝐑𝐞𝐚𝐥𝐢𝐳𝐚 𝐚𝐜𝐭𝐢𝐯𝐢𝐝𝐚𝐝𝐞𝐬 𝐬𝐨𝐜𝐢𝐚𝐥𝐞𝐬 𝐪𝐮𝐞 𝐬𝐞𝐚𝐧 𝐬𝐢𝐠𝐧𝐢𝐟𝐢𝐜𝐚𝐭𝐢𝐯𝐚𝐬 𝐩𝐚𝐫𝐚 𝐭𝐢: Participar en eventos y mantener conexiones sociales fortalece la salud emocional y cognitiva.

𝐋𝐥𝐞𝐯𝐚𝐫 𝐮𝐧𝐚 𝐚𝐥𝐢𝐦𝐞𝐧𝐭𝐚𝐜𝐢𝐨́𝐧 𝐚𝐥𝐭𝐚 𝐞𝐧 𝐯𝐞𝐠𝐞𝐭𝐚𝐥𝐞𝐬: Una dieta rica en verduras y frutas aporta nutrientes esenciales para el cerebro.

𝐂𝐨𝐧𝐭𝐫𝐨𝐥𝐚𝐫 𝐞𝐥 𝐞𝐬𝐭𝐫𝐞́𝐬: Practica técnicas de relajación como la meditación y el yoga para mantener el estrés bajo control.

𝐄𝐧 𝐚𝐜𝐭𝐢𝐯𝐢𝐝𝐚𝐝𝐞𝐬 𝐝𝐞 𝐫𝐢𝐞𝐬𝐠𝐨: Protege tu cabeza, evita golpes usando un casco. La seguridad física es vital para prevenir daños cerebrales.

Adoptar estos hábitos no solo puede mejora el bienestar cognitivo, sino que también ayuda a vivir una vida más plena y satisfactoria. Recordemos que cada pequeño cambio en nuestra rutina puede tener un impacto significativo en nuestra salud a largo plazo.

Gracias por leer y compartir. Sigamos generando conciencia.

Ricardo Gaibor

viernes, 5 de julio de 2024

NO TENÍA NI IDEA



En 1765, un mesonero llamado Dossier Boulanger abrió en París una casa de comidas y a la puerta colgó el siguiente letrero:
"Venite ad me vos qui stomacho laboratis et ego restaurabo vos"
No eran muchos los parisinos que en el año de 1765 sabían leer francés y mucho menos el latín, pero los que podían, sabían que Boulanger, el propietario, decía:
"Venid a mí casa hombres de estómagos cansados que yo los restauraré."
La frase tuvo tal éxito que desde entonces, todas las casas de comidas en el mundo se llaman “restaurantes”. Aparte la deliciosa gastronomía que se hizo famosa en toda Francia, Boulanger deleitaba a sus comensales con deliciosos postres preparados por él mismo y debido a la fama de su repostería Boulanger también es el “culpable” de que en Francia a las panaderías se les llame “boulangeries”.
La palabra restaurante se estableció en breve y los chef de más reputación que hasta entonces sólo habían trabajado para familias privadas, reyes y ministros abrieron también sus propios negocios o fueron contratados por un nuevo grupo de pequeños empresarios: los restauradores.
El término "restaurante" llegó a Estados Unidos en 1794, traída por el refugiado francés de la revolución Jean Baptiste Gilbert Paypalt, este fundó lo que sería el primer restaurante francés en Estados Unidos llamado Julien’s Restorator.
Hay muchas curiosidades en esta historia, una de ella es la “misión de restaurar el ánimo, la sonrisa y la salud” que tienen los que trabajan en un restaurante, es una misión noble, loable especial… ¿hemos pensado en lo especial que es un cocinero de un restaurante? ¿O la cocinera de una soda? ¿O el amable salonero que nos tiene paciencia mientras cambiamos una y otra vez de idea acerca de lo que queremos comer?
Cada uno de nosotros es especial en lo que hace, si logra comprender lo profundo del aporte de su labor, al bienestar general, un guarda, un conserje, una recepcionista, un operador de teléfonos en un call center… ¿que restauras? ¿A quien ayudas? ¿Que sumas al bienestar, la felicidad y la salud de alguien más?
*En honor de cada cocinera, chef, repostero, Barista, salonera o salonero, que nos llenan de alegría con sus manjares hechos con amor y excelencia.
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viernes, 10 de mayo de 2024

lunes, 8 de abril de 2024

SIMPÁTICOS

 


A menudo oímos que una de las mejores maneras de mantenernos saludables es hacer ejercicio regularmente. Hacerlo, nos ayuda a mantener una apariencia más joven y es muy beneficioso para nuestros órganos internos. Sin embargo, aunque el ejercicio físico es importante, también necesitamos mantener nuestro cerebro trabajando para que funcione en buenas condiciones. Aquí tienes 4 ejercicios simples que te ayudarán a preservar tu memoria y otras funciones cognoscitivas, bien en edad avanzada.



Aquí hay una lista de palabras escritas en diferentes colores.   Diga el nombre del color en el que está escrita la palabra, en voz alta. Al final de la lista, nombra cada color de nuevo en orden inverso.
Al principio, puede que este ejercicio sea un desafío ya que las secciones responsables de la percepción del texto y la percepción del color se encuentran en diferentes hemisferios del cerebro.Por qué: Este ejercicio ayuda a prevenir la enfermedad de Alzheimer estableciendo nuevas conexiones entre los hemisferios / mejorando la concentración y la capacidad de cambiar la atención.



Concéntrate en el número 19 en el centro de la plaza. Tu objetivo es encontrar el número 1 y luego todos los números restantes en orden ascendente. Fija tu mirada en cada número de una vez. Cuando te familiarices con esta tabla, puedes dibujar tu propia tabla, ordenando los números en las celdas de forma aleatoria. Alternativamente, puedes buscar las tablas de Shulte en el Internet.Por qué: Este ejercicio aumenta la recepción y el proceso de la velocidad de la información y desarrolla la visión periférica. 



Con los dedos de la mano derecha, haz el signo de "paz", mientras que simultáneamente hace el "OK" con tu mano izquierda. Luego cambia la disposición de los dedos para que tu mano izquierda muestre 'paz' y tu derecha, 'OK'. Repite el ejercicio varias veces y luego realizarlo con ambas manos a la vez.  Por qué: Este ejercicio entrena la atención y desarrolla la habilidad de cambiar rápidamente de una tarea a otra. 





Coge dos trozos de papel y un par de utensilios de escritura fáciles de usar. Luego, dibuja formas geométricas con ambas manos a la vez. También puedes escribir letras o palabras. Sólo asegúrate de que el número de caracteres es el mismo para cualquiera mano. Por qué: La escritura sincronizada enseña a tu cerebro a manejar simultáneamente múltiples tareas, estimulando en los dos hemisferios del cerebro.